Médicos y organizaciones no gubernamentales alertan sobre obstáculos en la salud de inmigrantes sin papeles en la capital española.

En el corazón de una sociedad que promueve la inclusión y el respeto por los derechos humanos, me encuentro, como abogado especializado en extranjería, profundamente preocupado por las dificultades que enfrentan los inmigrantes en situación irregular en Madrid, especialmente en lo que respecta a su acceso a la atención sanitaria. Recientemente, se han alzado voces desde el ámbito médico y de diversas organizaciones no gubernamentales para señalar las barreras que impiden que estos individuos, que a menudo escapan de situaciones desesperadas, reciban la asistencia que tanto necesitan. En un momento en que la salud es un derecho fundamental, resulta alarmante que la falta de documentación siga siendo un obstáculo para aquellos que buscan cuidar de su bienestar y el de sus seres queridos. Esta situación, más allá de ser un problema legal, es una cuestión de justicia social que exige una reflexión profunda y una acción inmediata de todos los actores involucrados.

Desde el área de Sanidad destacan de manera enfática que los servicios de atención médica para recién nacidos, así como las pautas de vacunación para los más pequeños, la asistencia en casos de emergencia y la continuidad en los tratamientos, se mantendrán asegurados sin importar la situación administrativa de los pacientes.

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